Las empresas españolas pueden beneficiarse de las nuevas oportunidades que podrían ofrecer la construcción del muro fronterizo o las amenazas de revisar el NAFTA.
Según el último informe difundido por Crédito y Caución, la decisión de construir un muro fronterizo hará que México se planté diversificar sus exportaciones y reducir su independencia con EEUU. Actualmente México, cuenta con 12 acuerdos de libre comercio con 46 países, y se concentra actualmente en fortalecer los lazos comerciales con la Unión Europea, Mercosur y Asia. México cuenta con más de 100 millones de consumidores, lo que supondría la entrada de las empresas españolas en uno de los mercados latinoamericanos con mayor potencial comercial.
En los últimos meses se han acelerado las negociaciones encaminadas a renovar y ampliar el tratado de libre comercio entre México y la Unión Europea, que entró en vigor en el 2000. Se han celebrado reuniones en Ciudad de México los meses de abril y junio. Desde hace diecisiete años que entró en vigor el acuerdo, los volúmenes comerciales entre la UE y México se han triplicado y el valor anual del comercio de mercancías se sitúa actualmente en 53.000 millones de euros. El saldo es favorable a la Unión Europea, que en 2016 exportó 33.000 millones de euros en bienes y servicios a México. Las principales exportaciones han sido en maquinaria, equipos de transporte, productos químicos, combustibles y productos mineros.
Los posibles acuerdos de libre comercio muestran como potenciales socios comerciales Mercosur y Asia Pacífico, aunque estos requieran negociaciones más largas. En Mercosur, México está tratando de estrechar los vínculos con Brasil y Argentina -los dos grandes exportadores de productos agrícolas- para satisfacer sus necesidades nacionales. Además, está discutiendo acuerdos bilaterales con Australia y Nueva Zelanda, otros dos importantes países exportadores de alimentos.
México, forma parte del G20 y la OCDE, y tiene la mayor estabilidad económica que muchos otros países latinoamericanos. La mitad de su población tiene menos de 30 años, un indicador clave del crecimiento de un mercado emergente. El desempeño económico es prometedor: el PIB creció un 2,0% en 2016, el déficit público se sitúa en el 2,6% del PIB y la deuda pública en el 50,2%.